Guachos de la calle (Memorias del desarraigo)

Guachos de la calle (Memorias del desarraigo). Sergio Schmucler. Córdoba (Argentina). 2015

guachos32El gran mérito del director Sergio Schmucler ha sido dar visibilidad a un sector de jóvenes marginados en lo social, espacial y cultural. Cuando mucho cine cordobés y argentino se mira el ombligo y retrata las desventuras de la clase media en que suelen estar insertos los realizadores, Schmucler decide filmar parte de la vida de un grupo de jóvenes pobres, de la periferia de la ciudad de Córdoba (Argentina). Y lo hace con dignidad y respeto por sus protagonistas, sin caer en casi ninguno de los defectos de mucho cine independiente de otros países cuando ambientan una historia en este sector social. Aquí es evidente que el director se esfuerza por mostrar a los jóvenes cantantes que conforman el grupo vocal «Rimando Entreversos», en su lucha diaria por obtener su sustento económico y visibilidad en su producción cultural. Vemos a los seis integrantes del grupo ensayando, escribiendo nuevos temas y actuando en diversos escenarios. Se los observa participando de las luchas sociales como «la marcha de la gorra», que se realiza en Córdoba, todos los años desde hace tiempo, en contra del código de faltas, instrumento legal aberrante que utiliza la policía para perseguir y detener arbitrariamente a las chicas y muchachos de este sector social. Los vemos también luchando contra la decisión de las autoridades del gobierno  actual de la Provincia de Córdoba, de expulsar a los habitantes de la villa donde viven estos jóvenes, con el pretexto de la construcción de un nudo vial próximo a su asentamiento.
Además de las actividades grupales, el realizador de la película les otorga un momento a cada integrante, en forma individual. Un cartel sobreimpreso con su nombre es el arranque de los monólogos, que van tocando diversos aspectos de sus vidas presente y pasada. Este es un detalle destacable, porque potencia la identidad de cada uno, al destacar sus nombres e historias individuales.

Sin embargo, la película no es perfecta. Su mayor defecto es haber filmado apelando a recursos formales convencionales. No hay mayor creatividad en la formas de retratar las actuaciones y ensayos del grupo como tampoco en los monólogos. Falta también originalidad en la forma de montar las diversas secuencias que componen este documental. Digamos que están todos los tipos de escenas que cualquier espectador con cierta conciencia política espera ver. No hay sorpresa, no hay asombro. El problema que esto trae, es que su mensaje será olvidado con rapidez por los espectadores, al mimetizarse con otras producciones cuyas formas son similares. La película carece de imágenes potentes, de esas que quedan grabadas para siempre en la memoria de los que la miran.

Con luces y sombras, con aciertos y errores, el filme merece verse. En tan solo una hora, Schmucler se las arregla para mostrar mucho y ese no es un mérito menor. Habla de una gran capacidad de síntesis y criterios inteligentes de selección de las imágenes, para quedarse con lo importante y ponerlo a la consideración del espectador.

2 comentarios en “Guachos de la calle (Memorias del desarraigo)

  1. Para los que viven en la ciudad de Córdoba (Argentina) o alrededores, pueden comprar esta película en las librerías «Rubén libros» o «El Espejo», ambas ubicadas en el centro de la ciudad.

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