A través de los años. Über die Jahre. Nikolaus Geyrhalter. 2015
Del mismo director del magistral documental «El pan nuestro de cada día» (Unser täglich Brot-2005). Aquí se retrata la vida de un conjunto de obreros que al comienzo del filme, situado en el año 2004, se encuentran trabajando en una empresa textil de nombre Anderl localizada en la región de Austria llamada Waldviertel. Esta empresa tiene la particularidad de ser muy antigua, fue fundada en siglo XIX y sobrevivió a todas las crisis económicas del capitalismo, pero ahora, al comienzo del filme, se encuentra agonizando. Produce escaso volumen de telas y tiene un plantel reducido, poco motivado, asustado con los rumores de un cierre a corto plazo. La empresa no puede competir con mercadería más barata que ingresa desde la República Checa. Casi todos los trabajadores superan los 40 años de edad, lo que en caso de un despido los deja con escasas chances de encontrar un nuevo empleo en relación de dependencia. El director sigue a los protagonistas en varios momentos, a lo largo de diez años. Los entrevista para saber que ha sido de sus vidas laborales y familiares en esa década.
En el aspecto laboral, son pocos los que consiguieron un nuevo empleo. Y aún así, lo obtiene luego de un largo tiempo de espera y de peregrinar en varias ocasiones por las oficinas de empleo del gobierno. Muy pocos piensan en emigrar, ni siquiera a otra región de Austria. Analizan, con razón, que la crisis es generalizada y no será fácil insertarse en un nuevo trabajo.
Si bien desde lo formal el director no innova, lo valioso del documental de Geyrhalter, es que evita caer en el miserabilismo. No hay una mirada compasiva, por el contrario, se rescatan los momentos en que cada trabajador explica sus estrategias de supervivencia, desde la mujer que comienza, entusiasmada a vender productos de plástico Tuperware, hasta la otra de mayor edad, que busca mejorar los subsidios estatales que recibe por criar a dos chicos que no son suyos. O el director de la fábrica, que logra por un tiempo que el local funcione como museo y reciba turistas interesados en la historia de la empresa, que es un poco la historia económica de Austria. Todos se plantean, de una u otra forma, no quedarse quietos ni deprimirse.
El filme concluye en 2014, mostrando que los entrevistados, siguen de pie, luchando por su supervivencia, que no la han tenido fácil, pero tampoco bajaron las brazos. Lo único que se extraña del filme, y no es un dato menor, es la falta total de acciones colectivas. Cada uno busca sobrevivir con estrategias individuales. Otro síntoma de los tiempos que se viven en la Europa desarrollada.