Mia Madre

Mia Madre. Nanni Moretti. 2015

mia madre 3El filme se desarrolla sobre dos ejes narrativos. Moretti muestra la vida de la protagonista Margherita (Margherita Buy), una mujer de unos 50 años,  como directora de un filme que retrata luchas sindicales en Italia, por un lado. Por otro, esa misma mujer, en su rol de hija de una madre que agoniza en un hospital.

Moretti se reserva para sí el papel del hermano de Margherita. Hombre sereno y reflexivo, hace el contrapunto de una hermana muchas veces al borde de la histeria (los tres personajes principales en la foto).

El retrato de la madre, si bien cae en el estereotipo latino de presentarla como una santa, llena de virtudes e inteligencia, no cae en golpes bajos y muestra la agonía de la anciana, resaltando su dignidad y amor por la vida, más que retratar solo el dolor de los hijos.

Este esquema narrativo, le permite a Moretti recorrer varios temas que le son caros:  Las luchas sociales en Italia y su relación con la política; los asuntos familiares en el marco de familias más o menos armónicas y las dificultades en su propio trabajo como director, labor que genera un fuerte desgaste y conflictos con los actores y otros miembros del equipo de filmación.

Para abordar todos estos temas, Moretti elige una forma de relato compleja, que mezcla el realismo puro, reflejado en el trabajo de Margherita con la película que trata de sacar adelante, junto a escenas oníricas que surgen de las pesadillas de la propia directora. Hay también permanentes flashback, que nos llevan a la  juventud de Margherita, y  además registros surrealistas, como la cola  interminable de un cine que recorre Margherita con su hermano mientras conversan sobre el filme que ella está dirigiendo, y donde Margherita se encuentra consigo misma en una versión más joven.

No falta el registro humorístico que está en manos del personaje que interpreta John Turturro, quien aparece como un actor italo-americano llamado Barry Huggins, que ha sido convocado por Margherita para interpretar a un empresario yanqui que ha comprado una empresa en Italia y se dispone a realizar un ajuste con despidos incluidos. Sus monólogos delirantes, dentro y fuera del set de filmación, causan el hartazgo de la directora, mientras el público se ríe.

La escena del baile (ver video más abajo), que Moretti inserta con el pretexto de festejar el cumpleaños de Barry, aporta el momento lúdico, que distiende los dramas, donde los personajes (y los espectadores), olvidan (olvidamos) por un momento los problemas y bailan, cantan y se divierten sin más.

A modo de conclusión, podemos decir que Moretti hace una película humanista, que le permite hacer catarsis del dolor emocional que le afecto mientras hacía su anterior filme, en que su madre, en la vida real, murió mientras el filmaba. Es un claro y creíble ajuste de cuentas con su profesión, con críticas, salpicadas de humor, a muchas de las taras que se viven dentro y fuera del set y que agobian al director.

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