Una nueva amiga

Una nueva amiga. Une nouvelle amie. François Ozon. 2014

ozon 2013 foto 1Una película libre y liberadora. Un filme inolvidable. Apto para todos los adultos, cualquiera sea su orientación sexual. Ozon nos brinda una obra de arte que nos interpela acerca de nuestros prejuicios y la forma en que bloquean nuestros deseos más genuinos y nuestras más nobles emociones.
La película comienza con una escena demoledora, y es a la vez una clase concentrada y brillante del buen uso de las herramientas cinematográficas. Ozon nos enseña, de que manera, un simple cambio de enfoque de la cámara, resignifica por completo el sentido de una imagen, sin incluir una sola palabra en toda la secuencia. La cantidad de información y de emoción, por segundo, que tiene la escena, es también una lección de economía narrativa.
El personaje central David-Virginia (Roman Duris), nos exhorta a reflexionar acerca de lo que significa la identidad sexual. Alguién que con absoluta comodidad pasa de una identidad masculina a otra femenina, nos lleva a preguntarnos, sin encontrar fácil respuesta, “¿Qué es ser mujer?” (o que significa ser hombre) como se interroga también Claire (Anaïs Demoustier) la amiga de David-Virginia, sin hallar una explicación.
La película cuestiona hasta que punto nuestras identidades sexuales asumidas, que pueden otorgarnos algunas supuestas seguridades, nos limitan muchas veces en nuestros deseos y en nuestra capacidad de gozar. El filme destaca como, incluso en el presente, y en un país supuestamente desprejuiciado como Francia, donde está ambientada la historia, el peso de la cultura tradicional hace estragos en nuestras emociones y sentimientos. En ese sentido, el personaje más conflictivo es Claire que trata de esforzarse por comprender la conducta de David-Virginia pero que no logra desprenderse de la carga de prejuicios que han marcado su existencia hasta el momento en que descubre la doble identidad sexual de su nueva amiga(o). Una escena que ejemplifica de modo magistral esta situación es el encuentro sexual de David-Virginia y Claire en un hotel. Cuando parece que la pareja se acerca al climax, Claire interrumpe la escena desconcertada porque no entiende con quién está teniendo sexo. Si asume a su amiga(o) como mujer, ¿seré una lesbiana?, si lo acepta como hombre, ¡le estoy siendo infiel a mi marido!. Claire parece preguntarse, como si eso importara, ¿Con quién diablos estoy cogiendo? sin comprender la irrelevancia de esas cuestiones para el momento que está viviendo.
Lo único criticable del filme, es que Ozon sitúa la historia en los ambientes de la gran burguesía francesa, donde el poder del dinero resulta un apoyo indispensable para ejercer la libertad que la película pregona.

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