Paseo turístico, de Benjamin Freiberg, Israel, 2009
(Proyectada el 14/05/2010 en el Seminario “El ojo soberano” dirigido por Roger Koza, en la ciudad de Córdoba, Argentina)
Al comienzo me desconcertó. El protagonista, mediante su voz en off, nos ubica rápidamente en el espacio, nos enteramos que las panorámicas que vemos pertenecen a Jerusalén, pero enseguida leemos (en los subtítulos) que “todas sus calles son iguales” o “se parecen”. ¡Insólito, pensé enseguida, como se puede decir esto de una ciudad que debe ser un paraíso de la arquitectura, con miles de años de historia, y centro de devoción para tres religiones! No conozco personalmente Jerusalén, pero las imágenes parecían contradecir claramente este pensamiento.
Sin embargo, al poco tiempo, nos enteramos del oficio o más bien digamos ocupación de nuestro personaje: pintar señales de tránsito de noche por las calles de Jerusalén. Se ve brevemente y se repiten las imágenes sobre este monótono trabajo. ¡Así se entiende que todas las calles sean iguales! ¡Una curiosa interacción con el espacio!
Pero esto me lleva a otra cuestión interesantísima de la peli. Es claro que el realizador adopta el punto de vista del protagonista ya desde el inicio, cuando el muchacho nos desconcierta con esa “reflexión” sobre el aspecto de las calles de la ciudad. Al final, en ese golpe de timón que realiza la peli, donde nos enteramos que en realidad la historia de su padre no es la que se relataba y mostraba hasta allí sino otra muy distinta, es como si la obra hubiese sido construida directamente desde la mente de su protagonista, donde él no solo es el personaje principal sino el “realizador”.
Su soledad, su inmensa soledad, su incapacidad para establecer vínculos con otros seres humanos (a sus vecinos del edificio solo los conoce de vista, con sus compañeros de trabajo casi no habla, cuando conversa por teléfono con una chica en la cual parece estar interesado, no anota su número para después volver a llamarla, amagan una cita pero no la concretan, etc. etc.) explica quizás el suicidio que pone fin a la vida del personaje y de la película.