En el sótano. Im Keller. Ulrich Seidl. Austria. 2014
Con su particular escabrosidad, el director austriaco, en este documental, retrata a un conjunto de conciudadanos que tienen en común, poseer un sótano en su casa y asignarle un uso que la mayoría de los mortales calificaría de extravagante. Así desfila, desde un músico aficionado que añora a Hitler, hasta una pareja adulta que practica una forma bizarra de sadomasoquismo en sus relaciones sexuales. Conoceremos también a un cazador que decora su subsuelo con una infinita variedad de piezas cobradas en muchos años de practicar su actividad, y a una señora que guarda unos muñecos del tamaño natural de un bebe de meses y los mece y les habla como si ella tuviera 10 años y los muñecos fueran humanos de verdad. Seidl no los juzga, pero para el espectador es difícil no formarse una opinión sobre lo que hacen los personajes retratados. Su método de montaje es ir y venir de un personaje a otro. No retrata a la manera de Couthino, que deja hablar a un entrevistado hasta agotar lo que este tiene para decir (como en la película “Edificio Master”), sino que nos va entregando un trozo de cada entrevista, para volver de nuevo a repetir la ronda. Esto le permite a Seidl, cierta reiteración de los temas, sin cansar al espectador. Más allá de la actividad que desarrolla cada uno de los entrevistados, tienen en común la predilección por hacer públicas una serie de acciones que corresponden a la esfera privada de las personas. Esto puede no llamar la atención en la era de Facebook y Twitter, pero es notable si se piensa que el director recopiló estas imágenes durante varios años anteriores a la fecha de estreno del filme, cuando las redes sociales no habían alcanzado la intensidad de uso de hoy en día o ni siquiera existían.