Bajo Nubes Eléctricas. Pod elektricheskimi oblakami. Aleksei German Jr.

Este filme transcurre en un futuro próximo, 2017, centenario de la Revolución Bolchevique. Pero una sociedad muy diferente es la que vemos en pantalla, con respecto a la que dio origen el evento de Octubre de 1917. No solo porque el mito de la sociedad socialista hace tiempo ha llegado a su fin, sino porque el futuro no parece augurarnos nada especialmente placentero. La película transcurre dentro y alrededor de un edificio en ruinas, abandonado antes de ser terminado, porque alguna parte del negocio no funcionó. En un ambiente fantasmagórico, donde la nieve funciona como un velo que borronea la silueta de sus personajes y el entorno donde vagan, las personas mantienen breves y misteriosos diálogos en un ambiente cargado de una fuerte melancolía. Hay algunos ejemplos de una solidaridad elemental, que está apenas esbozada en un par de imágenes. El resto son cuerpos a la deriva, agobiados por un frío inconmensurable y una nevada irrespirable, que deambulan sin rumbo y sin objetivos claros. La película, filmada en planos medios y panorámicas, permite observar la fuerza avasalladora de la naturaleza, que acompaña al pesimismo de los personajes, y transmite la idea de un mundo sin esperanzas.