Comoara. El Tesoro. Corneliu Porumboiu. 2015

La última película del director rumano Corneliu Porumboiu, es una nueva demostración de su talento. Desde la primera escena, se va definiendo su mirada del mundo. Un padre se obsesiona para que su hijo comprenda las razones para haberlo recogido tarde del colegio. Una larga explicación mientras transitan en auto por las atestadas calles de Bucarest, muestra la importancia que Porumboiu le otorga a los niños. A sus sueños y fantasias y al respeto que le deben los adultos. La lectura paciente y en voz alta del padre para su hijo, ya en el hogar, ratifica el compromiso afectivo del personaje adulto con su vástago.

Con un motivo casi inverosímil, tres de los protagonistas, hombres adultos, se lanzan a una verdadera búsqueda del tesoro, que no tiene nada que envidiarle a los juegos infatiles, salvo que en este caso el tesoro buscado se supone real. Alternando momentos de humor con escenas dramáticas, pero que nunca caen en el melodrama y con una gran economía de recursos, mientras el relato avanza, se desnudan aspectos impensados del país de origen del director del filme.

El relato moroso, permite a los personajes enunciar ideas y proponer acciones, que van describiendo, como al pasar, las distintas facetas de la sociedad rumana: la familia, la escuela, el matrimonio, el mundo del trabajo, la omnipresente presencia policial y el peso aún agobiante de las estructuras del Estado en la Rumania contemporánea.

El final sorpresivo, demuestra el profundo humanismo de Porumboiu, a la vez que justifica plenamente la existencia del niño como un personaje clave del relato.