Días de gloria

Días de gloria, Terrence Malick, EEUU, 1978

“El árbol de la vida”, de Terrence Malick, premiada en el último Festival de Cannes con la Palma de Oro, es una obra que ha despertado fuertes polémicas. Por el contrario, casi todos los críticos concuerdan en que “La delgada línea roja” y “Días de gloria” está entre lo mejor de su producción, por otra parte, poco prolífica. Es por eso que decidimos ver y comentar este último filme que data de 1978. La historia que cuenta “Días de gloria”, parece ambientada en las primeras décadas del siglo XX, y se desarrolla en lugares donde la naturaleza tiene una presencia dominante, y la fotografía se esmera en resaltarlo. Sobre todo desde que los protagonistas se instalan en el campo, sitio donde trabajan y donde se desarrolla también su vida afectiva y sus dramas, la intensidad conque se muestran los espacios abiertos, con un fuerte predominio de los tonos amarillos, naranja y rojos, subyugan al espectador. La acción del viento y otros elementos naturales crean su propia poesía.Y dentro de este espacio idealizado, los seres humanos se integran con alegría y gozo, formando una comunión con la naturaleza. La puesta en escena enfatiza esta comunión, predominando los planos medios, que nos permiten seguir el derrotero de los actores sin perder de vista el subyugante entorno donde viven. De los cuatro  personajes principales que interpretan los diferentes roles, me resultó más atrapante el de Abby, protagonizado por  Brooke Adams. Se trata de una mujer joven, suponemos que posee escasa educación, que vive un presente eterno, sin proyectos para el futuro, pero también sin lastres que la aten al pasado. Su afectividad es un misterio: a veces parece indiferente a las pasiones que desata, pero en varias escenas claves demuestra que su sensibilidad existe, aunque no se expresa con facilidad por su carácter por demás tímido. Su capacidad para sobreponerse al dolor y salir adelante de los momentos más difíciles, es algo admirable, que solo parece poder explicarse por su intenso deseo de libertad, que la lleva a buscar nuevas aventuras y experiencias y que queda testimoniado con mayor contundencia en la escena final, cuando se despide de su amiga y, luego de un breve desconcierto, decide subirse al tren que lleva unos soldados sin conocer el destino del viaje ni la naturaleza de sus acompañantes. Creo que Abby es el personaje más complejo del filme y es por eso que me parece interesante para el análisis. Además, considero que resume en gran medida la forma de ver el mundo de Malick.

Link IMDB: http://www.imdb.com/title/tt0077405/

Un comentario en “Días de gloria

  1. Me permito transcribir un párrafo muy ilustrativo publicado en la revista argentina El Amante, Nº 233, de octubre de 2011, página 17, que forma parte de un artículo firmado por Guido Segal, titulado “Lo trascendente” y que quizás contribuya a echar algo más de luz sobre la obra de Malick en general. Segal dice así:

    “La veta natural de Malick, por su parte, es bien reconocible, y encuentra sus orígenes en el idealismo de los trascendentalistas americanos, más precisamente en Emerson, Thoreau y Whitman. Este nexo bien podría estar ligado a los tiempos de estudiante de filosofía en Harvard, donde Malick trabajó bajo el ala del gran Stanley Cavell, uno de los principales impulsores del estudio de Emerson y Thoreau como productores de filosofía netamente americana, desligada de las tradiciones europeas de pensamiento.”

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