La chica del sur

La chica del sur. José Luis García. Argentina. 2012

chicaEncontrar un tema o una historia extraordinaria es un buen punto de partida para hacer un documental valioso. La capacidad para volcar todo ese material a un filme, mediante una puesta escena creativa e inteligente, es la otra pata de un proyecto exitoso.

El director argentino José Luís García halló ambas cosas y logró un filme meritorio. García va reconstruyendo para el espectador la historia de Lim Sukyung, y nos muestra su vida extraordinaria ocurrida a partir de un hecho fortuito. Ella queda como la única representante de Corea del Sur al Festival de la Juventud organizado por los países comunistas, en Corea del Norte en 1989. García había concurrido allí como parte de la delegación argentina, y filma muchas horas relacionadas con el Festival, la presencia de Lim Sukyung y la vida en Corea del Norte. Cuando ella regresa a su país, es encarcelada y condenada a diez años de prisión por haber osado participar de aquel Festival. A los tres años de cárcel, logra la libertad condicional y retoma sus estudios de periodismo. García sale en su búsqueda veinte años después y logra contactarla. La visita en Seúl, con la intención de saber que había pasado con su vida en esos veinte años y como veía su pasado.

La película, es una combinación de entrevistas con Lim Sukyung, sus familiares y amigos. A medida que el filme avanza, vamos descubriendo un retrato lleno de matices, de un personaje complejo, con un pasado muy duro, que incluyó la pérdida de un hijo en un accidente cuando solo contaba con ocho años. La película, es al mismo tiempo una narración de las dificultades halladas para concretar esos encuentros. García tiene la honestidad y la inteligencia, de hacer conocer al espectador, en varias escenas utilizando la voz en off, aquellos contratiempos y sus propios pensamientos sobre los hechos y el personaje que está retratando. Es notable como aquella visita de Lim Sukyung al Festival, marca para siempre toda su vida futura. No solo porque la memoria lo trae a su presente, sino porque la fortaleció y la llevó a seguir con su militancia, y porque muchos la siguen buscando para conocerla por ese hecho. Es también la película, un testimonio de un choque de culturas. Cada vez que García intenta conocer algo de la intimidad de Lim Sukyung, se encuentra con una seria resistencia y el documental parece a punto de naufragar.

El resultado es un filme que respira autenticidad, emociona y permite múltiples niveles de lectura. En suma, reúne todos los requisitos para considerarla una buena obra de arte.

Nota: a continuación se inserta un video con un reportaje al director realizado en Buenos Aires, por el crítico argentino Roger Koza, con motivo de la presentación de la película en el BAFICI 2012.

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