Una de las grandes paradojas del cine independiente, es que muchas veces resulta muy innovador a la hora de crear pero sumamente conservador al momento de distribuir y exhibir su producción. La obsesión por llegar a las salas tradicionales le esta impidiendo ver alternativas que la tecnología pone a su disposición.
una característica importante en materia cinematográfica, para los que habitamos en Argentina, es la disponibilidad cada vez mayor de películas proyectadas por Internet, lo que se conoce como VOD (Video On Demand). Esto se acrecentó ante la quiebra a fines del 2010 de la famosa cadena de alquiler y venta de videos Blockbuster, que arrastró en su caída a muchos videoclubs más chicos. El fenómeno del VOD merece una atención especial, porque es una de las pocas vías alternativas que tienen el cine independiente del mundo entero, para acceder a un público más numeroso. Si bien la tecnología está disponible desde hace varios años, la infraestructura de las conexiones de nuestro país no acompañaba de modo adecuado este fenómeno.
Críticos como Diego Batlle en su sitio “Otros cines” escribió:
“El consumo de películas en Internet sigue creciendo de forma vertiginosa. En principio, la revolución digital generó como tendencia principal la descarga o la visión on-line de copias truchas y, en muchos casos, de baja resolución. El material pirata sigue siendo una alternativa elegida por muchos, pero en los últimos meses se ha desatado también una fuerte competencia entre varias compañías locales y extranjeras para lograr que, mediante el pago de un abono mensual o de un monto por film, el público pueda apreciar sus títulos favoritos en las mejores condiciones técnicas (calidad HD) y, a su vez, los productores y artistas reciban una retribución por ceder sus trabajos.
Dentro de esta movida del Video On Demand (VOD), que incluye el reciente desembarco del gigante Netflix y de varios operadores locales, así como las distintas ofertas por parte de las telefónicas o las propias señales de cable, se destacan algunas experiencias destinadas a los cinéfilos más exigentes, que no buscan tanques de Hollywood sino películas de autor, clásicos y rarezas de los más variados orígenes y estéticas. “ (ver la nota completa en: http://www.otroscines.com/cine_tv.php?idnota=5956 )
Sitios como MUBI.COM en acuerdo con los organizadores del Festival 4+1, pusieron a disposición de los cinéfilos una gran parte de las películas proyectadas en dicho festival a un precio accesible (U$S 1 o U$S 2 por película). Incluso, sin ser un experto en software de edición de video, podían bajarse a la PC y verlas en otro medio, momento o lugar. El sitio argentino COMUNIDADZOOM.COM organizó una especie de festival virtual al que llamó Festival Global, donde se “proyectaron” películas argentinas de gran calidad por un abono de solo $12. Pudieron verse películas como Vikingo, La peli de Batato, Los labios o Hacerme feriante, por poner un ejemplo. Estaba autorizada, incluso, la bajada del material y en el balance se muestran cifras espectaculares de visitantes, que resultarían difíciles de igualar para cualquier cine club orientado al cine independiente. Los organizadores nos cuentan:
“Desde las 24:00 horas del jueves 24 (es decir, la hora 0 del viernes 25) de noviembre de 2011 hasta las 24 horas del domingo 4 de diciembre, se llevó a cabo en nuestro sitio la primera edición del Festival de Cine Global, una experiencia que marcó un hito en la manera de ver y difundir cine.
Durante los 10 días de duración se pudieron ver películas que aún no se habían estrenado comercialmente en las salas tradicionales junto a otras que pasaron por circuitos alternativos o independientes o que no fueron tan conocidas pese a contar con atractivos ingredientes para el público.
Cada 2 horas estuvieron disponibles 2 de los 30 largometrajes en competencia, por un lapso de tiempo de 2 horas. A partir de ese momento, las 2 películas fueron reemplazadas por otras 2, como si de funciones de una sala de cine se tratara, pero con la ventaja de no necesitar llegar exactamente a un horario puntual de comienzo, pues se tuvo la posibilidad de comenzar a ver la película en cualquier momento de las 2 horas en las que estuvo programada.
Por otra parte, todas las películas de las secciones paralelas no competitivas, estuvieron disponibles las 24 horas del día.
ALGUNOS DATOS QUE ARROJÓ ESTE PRIMER FESTIVAL DE CINE GLOBAL:
47.000 personas circularon por nuestro sitio durante los 10 días de duración del festival.
Hubieron 120 películas participantes entre las secciones en competencia y las secciones paralelas.
Se contabilizaron 1500 votos del público.
Otorgamos 500 becas gratuitas.
Atendimos unas 800 consultas.”
En conclusión. Es hora de empezar a prestar mayor atención a este canal de difusión, como un medio alternativo genuino para que el cine independiente del mundo entero, pueda encontrar su público.
Estoy de acuerdo con que la distribución tradicional ha quedado obsoleta, pero los distintos métodos de Streaming no pueden acercarse a la calidad del cine, ni hablar de la experiencia individual en la sala, ni mucho menos la (compleja) experiencia colectiva que el cine permite.
La película no es sólo una historia, es también material audiovisual y ver imágenes y oír sonidos de baja calidad conllevan una experiencia estética incompleta. A veces insoportable.
Pues viendo las cifras, todo un éxito parece. Saludos