Después de mayo. Olivier Assayas. Francia. 2012
Olivier Assayas, nació en París el 25 de enero de 1955. Por lo tanto, cuando ocurrió el mayo francés de 1968, contaba con 13 años de edad. Su película, “Después de mayo”, está ambientada en un colegio secundario de París en los años ’70, y muestra las luchas estudiantiles de esa época. Quizás sea, en gran parte, un traspaso a la ficción de experiencias vividas por el director.
Pero independientemente de que se trate de un relato autobiográfico o no, su película es una bocanada de aire fresco, para quienes gustamos de los filmes políticos, no solo en su forma sino también en el contenido.
Hay que decir que Assayas, logra una gran coherencia entre lo que muestra y la forma en que lo muestra. El vértigo de los años adolescentes, es retratado con una cámara nerviosa, siempre en movimiento, con una dinámica muy parecida a los filmes de Hollywood, pero plenamente justificada por la materia que pretende pintar.
La sensación de que estábamos, en aquellos tiempos, a las puertas de la revolución, está también muy bien retratada a través de la seguridad y certeza conque actúan en la lucha política los principales protagonistas. El clima de época se respira muy bien en el filme de Assayas, reforzado por los detalles “tecnológicos”: impresiones de los volantes en equipos manuales, temas musicales de época escuchados en discos de vinilo, etc.
Lo que más me llamó la atención, fue lo bien expuesta que está la contradicción entre la voluntad revolucionaria de aquellos jóvenes, su cuestionamiento a las instituciones establecidas y por otro, el deseo de incorporarse y ser aceptados por esas mismas instituciones. Los jóvenes protagonistas, mientras volantean o pintan el frente de su escuela con consignas antisistema, hablan de su futuro ligado al ingreso a esta o aquella universidad o escuela que forman parte del sistema que quieren abolir. También estas contradicciones se perciben en la vida íntima de sus personajes. Cuando la pelirroja, Leslie decide abortar viajando a una clínica en Holanda, todo parece un sencillo trámite. Sin embargo al regreso, la decisión tomada la deja con aparentes secuelas psicológicas que la llevan a replantearse toda su vida.
Otro dato llamativo, es que casi todos los protagonistas aspiran a ser artistas, en especial pintores y directores de cine (¿otro elemento autobiográfico del filme?).
Hay también una toma de posición de Assayas, respecto al cine que debe hacerse o debería hacerse. El protagonista Gilles se plantea, si es posible tener un cine revolucionario o proletario, usando los mismos recursos formales de la burguesía, y critica las películas que realiza el grupo con el que se encuentra en Italia.