Silencio en la tierra de los sueños. Tito Molina. Ecuador. 2013
Se trata del retrato de la vida monótona que lleva una anciana en algún pueblo de Ecuador cerca del mar. El director filma a la protagonista limpiando, cocinando, lavando y recreándose a través de la televisión, la radio y la lectura. Vive sola, en una humilde vivienda, acompañada de fotos de su esposo y lo que parece algún cantante o actor conocido. No habla con nadie, aunque tiene teléfono y a pesar de estar en una barriada con mucha gente moviéndose en la calle. Sin expresar una sola palabra a lo largo de toda la película, podemos sin embargo, imaginarnos las ideas y gustos del personaje por la decoración de su casa, por lo que lee, ve y escucha y por su relación con su perro. Tito Molina, se concentra en retratar a la mujer en sus actividades dentro de la casa, con largos planos secuencias y con enfoques extraños, sobre todo cuando duerme. Vemos el cuello de la anciana, que se hincha y se contrae cuando respira, o sus manos o sus piernas, lo que ayuda a expresar el sentido de extrañeza de esta vida que no parece tener nada de especial y si mucho de anodina. La esmerada escenografía y la iluminación, ayudan a crear la imagen de un hogar detenido en el tiempo, cuidadosamente conservado vaya a saberse para quién. El buen estado de ánimo de la anciana, que se presenta con un rostro casi imperturbable, se expresa en la preocupación por mantener limpia y acogedora su casa, aunque nadie la visite. También se la ve disfrutar de la televisión, riendo con ganas con algún programa cómico, o poniéndose romántica y nostálgica mientras escucha de noche los boleros que interpreta un trío en la calle, al frente de su casa.