Los Dueños. Ezequiel Radusky y Agustín Toscano. Argentina. 2013
Una película con un planteo muy original sobre las relaciones entre clases sociales en Argentina. Ambientada en la provincia de Tucumán, muestra a una familia de extracción humilde, donde sus miembros trabajan como caseros en una casa de campo, con explotaciones ganaderas anexas. Los caseros se dedica a usar la vivienda de sus patrones, mientras ellos no están y sin su consentimiento. A partir de esta anécdota básica, se generan situaciones que van creando un clima extraño, donde los pobres parecen fascinados al usar los bienes y espiar a sus patrones ricos, en un estado de alineación que no deja mucho espacio para la rebelión. Más bien la estrategia de estos pobres parece ser, la de buscar los resquicios por donde se pueda usufructuar algo de la vida de los ricos. Usan su casa, comen su comida, miran en su TV, se higienizan en sus baños, pero evitan el contacto directo, casi hasta el final. Cuando una de las dueñas de casa organiza una reunión con la intención de seducir al más joven de la familia de caseros, un malentendido hace que la fiesta íntima fracase, pero antes, en lo que será quizás una de las escenas más humillantes del filme, las anfitrionas, le regalan ropas de sus hombres a los varones de la familia de caseros, y les piden que se las pongan en la misma reunión. Ellos acatan dócilmente, cerrando un círculo de obediencia y sometimiento del que no saben o no quieren escapar.