Apuntes para una biografía imaginaria. Edgardo Cozarinsky. Argentina. 2010
Con un estilo ecléctico, el director nos lleva a un paseo por el tiempo y el espacio. Recorremos momentos de la Historia que se van enlazando con anécdotas personales. Cozarinsky nos recuerda acontecimientos importantes que acompañaron su vida, como las posguerras de la 2ª Guerra Mundial o la Guerra de Vietman, evocadas a través del rescate de noticiosos de la época o filmaciones de otras personas. Esto alterna con recuerdos muy personales, como los encuentros con amigos.
Hacemos también un viaje en el espacio, y así pasamos por un largo periplo que nos lleva desde la ex Saigón en lo que era Vietnam del Sur, hasta Buenos Aires, pasando por Marruecos y París, entre otras locaciones.
Se ven también en el filme, registros experimentales, que consisten en retratar rostros, por medio de planos fijos, durante largos minutos, y que funcionan como una especie de pausa en el relato.
Una música omnipresente acompaña casi todas las imágenes. Luego nos enteramos en los créditos, que fue elaborada especialmente para este filme, con la excepción de los tangos que se escuchan sobre el final.
Esta forma de narrar, en este caso, más que un defecto es una virtud. Se trata de reflejar una existencia, que ha vivido innumerables acontecimientos y habitados en diferentes lugares. Cozarinsky logra conjugar los diferentes estilos narrativos, para que den testimonios acabados de su derrotero existencial.