Reimon

Reimon. Rodrigo Moreno. Argentina. 2013

reimonEsta es la clase de películas que me gustaría ver más seguido en el cine argentino. Con gran originalidad formal y explícito contenido político, el director logra un filme que hará historia. Pocos diálogos y acciones simples pero significativas, van definiendo el perfil de los personajes.
En realidad, podríamos decir que se trata de dos películas en una. Los primeros cinco minutos, como si fuera un cortometraje, una serie de carteles, nos van informando a los espectadores de los costos y formas de financiamiento del film, y lo que es más importante, de la gran cantidad de horas hombres que debieron dedicar el director, el editor, y otros participantes, para que pudiera quedar finalmente terminado. Una breve historia de la autoexplotación. El hecho de hacer explícitos todos estos obstáculos por parte de Moreno, confirma mi sospecha y nos expone a los espectadores, la razón por la que, al menos en Argentina, es tan traumático filmar.
Inmediatamente pasamos a analizar “la otra” película que da título a la obra. El personaje principal es una empleada de servicio doméstico llamada Ramona y a la que apodan “Reimon”, que vive en una zona pobre del Gran Buenos Aires y todos los días viaja a la Capital Federal para realizar distintos trabajos domésticos en departamentos ubicados en diferentes barrios. Contada así, no parece nada excepcional, pero Moreno nos va introduciendo de a poco en su mundo laboral. Aunque lo central en la película es el trabajo de Reimon, las primeras escenas la muestran compartiendo un asado con quienes parecen ser familiares y amigos. Es todo un acierto que se muestre no solo el derecho, sino la capacidad de Ramona para divertirse aún en un entorno que presumimos duro. Las bromas y la charla distendida en este almuerzo entre pares, dan cuenta de modos de disfrute de un sector escasamente retratado en el cine nacional. Moreno logra, a través de este sencillo pero efectivo recurso, evitar desde el principio un tono miserabilista o compasivo hacia su personaje.
Otro gran acierto formal del director es retratar en detalle el desplazamiento desde su casa a los diferentes lugares de trabajo. El hacinamiento de trenes y ómnibus, las esperas en medio del frío del invierno porteño y los largos y tediosos periplos, son parte del tiempo de trabajo que Ramona debe gastar para ganar su sustento y Moreno lo fotografía para que acompañemos a Ramona. Me hizo recordar la película “Aquí se construye (o Ya no existe el lugar donde nací)” de Ignacio Agüero, que también cuenta con numerosas escenas que retratan los viajes hacia y desde el trabajo, de obreros chilenos. En ambos casos, es una especie de cámara (espectador) solidaria que acompaña en silencio respetuoso, el comienzo o el final de la dura jornada laboral del trabajador asalariado. Son tiempos que parecen muertos y que algunos directores suelen obviar mediante elipsis.
Otro gran momento del filme ocurre cuando una pareja joven lee a cámara fragmentos de El Capital de Carlos Marx, mientras Reimon va y viene con sus tareas domésticas. Teoría y práctica del trabajo bajo el capitalismo en un solo plano secuencia.
No conocemos los sentimientos y pensamientos profundos de Ramona. La puesta en escena refleja, a la vez que una cuidadosa contemplación del personaje, la aceptación por parte de Moreno, de la imposibilidad de acercarnos demasiado a un ser humano que nos resulta incompresible y hermético por nuestra incapacidad para empatizar con lo diferente.

4 comentarios en “Reimon

  1. La relación del marxismo y el empleo doméstico, no solo es un tema para el cine o un problema teórico, se puede rastrear en la propia vida familiar del gran pensador. Karl Marx, a pesar de vivir la mayor parte de su vida en la pobreza, contaba en su hogar con la figura de una persona, Helene Demuth, que podría asimilarse, en su rol laboral, a las empleadas domésticas del presente.

    Wikipedia nos dice:

    Karl Marx se casó con Jenny von Westphalen, hermana del ministro de Interior prusiano, amiga de infancia con la que se comprometió siendo ya estudiante, pero sólo consiguió casarse con ella tras la muerte de los padres de ésta, que se oponían a la relación, y tras conseguir una cierta estabilidad económica (eventual) como director de los “Anales franco-alemanes”. Vivieron con fuertes penurias económicas debido a la irregularidad de los ingresos de Marx, a la persecución política (que censuraba y clausuraba las revistas que publicaba) y a tener que mudarse constantemente de país. Marx tuvo con Jenny von Westphalen 6 hijos, en 1849 esperaban ya el cuarto, en 1855 ya habían fallecido tres -Guido, Franziska y Edgar- convulsiones, bronquitis y tuberculosis serían las causas, la pequeña, Eleonora Marx formó parte del movimiento feminista y Laura Marx, se casó con el dirigente socialista francés Paul Lafargue, y se suicidó junto a él en 1911.

    Con ellos vivía Helene Demuth, una criada proveniente de la familia de Jenny, quien les ayudaba en las tareas domésticas y tenía una excelente relación con la familia Marx. Era especialmente cercana a Karl, tanto es así, que tuvo un hijo ilegítimo con ella que fue reconocido por Friedrich Engels como propio, para evitar controversias dentro del matrimonio de Karl y Jenny. Freddy Demuth fue dado en adopción a una familia en Londres. Este episodio, ocultado durante varias décadas, sucedió durante 1851.

  2. Para los que vivan en la ciudad de Córdoba (Argentina) y alrededores, informo que el Cine Club Hugo del Carril, tiene programada esta pelicula, los siguientes días y horarios, en los meses de julio y agosto de 2015:

    Jueves 30/7, 15:30 y 20:30 hs.
    Viernes 31/7, 18:00 y 23:00 hs.
    Sábado 1º/8, 15:30 y 20:30 hs.
    Domingo 2/8, 18:00 y 23:00 hs.

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